domingo, 9 de noviembre de 2014

Otoño tiene razones que la razón no entiende

Siempre he concebido el Otoño como un tránsito innecesario al Invierno. Pensémoslo. En Otoño hace frío, pero no demasiado; oscurece, pero no tanto como en Invierno...y sientes nostalgia... pero no entiendes el porqué. Todas las canciones hablan del invierno como si fuera el Anticristo, pero yo no: mi Anticristo es noviembre, "November Rain", "Noviembre sin ti". Todo empieza a oscurecer, tiemblo solo con mirarlo, no se lo que es, ni como llamarlo...o sí, alma frágil de un Otoño oscuro, tan oscuro que me enferma. Me hace "bola" en la garganta y mi mente (y mis dedos) se congelan de falta de inspiración divina.
 Admitámoslo; las musas son de la primavera y del verano; en Invierno no hay jodida inspiración poética que valga la pena. Mi epifanía de hoy es que en Otoño tampoco la hay, sólo hojas secas y camas vacías.
 

lunes, 27 de octubre de 2014

Mi personalidad

Esta mañana todo era una vez más, rutinario, de camino a la estación. Mi personalidad sonaba, como todos los días a las x y diecisiete. Yo cruzaba el puente, con el pelo invadido por el aire del "amagüestu" ante un tren que, para variar,  iba a perder.
 
 Todo parecía invadido por rutina y costumbrismo, pero no,  hoy no había nostalgia ni vacíos emocionales tras ese grito de  "soy nulo y tu distante, y ya nada es como antes". Mis ojos miraban el sol salir atónitos por el cristal de la montura de mis gafas como si no lo hubieran hecho en cientos de años. No conocía en aquel instante lo que era el miedo, la nostalgia, las punzadas en el esternón ni las ganas de llorar a plena luz del sol en la calle. Por una vez la nula y la  distante era yo, sólo yo supongo. Porque sí,  sé de sobra que nada es como antes y no, no me da igual. Pero por fin he aprendido a vivir con ello; a volverme un poco más independiente de lo que era mismamente ayer. Quizás el reto de mañana sea aprender a quererse y mimarse más. De momento me conformo con sonreír, sonreír mucho y bonito.

 

miércoles, 22 de octubre de 2014

Mi Cracovia sin mí

¿Sabes M? Me siento muy como Daniela en Cracovia sin Ti en estos últimos días. Veo montañas de arena seca humedecida gracias a mis ojos, que no paran de llorar;  veo arena en el color de la pared y quiero cambiarlo por un azul cielo; uno de esos que tiene el mar Caribe, pero ni el dinero ni el tiempo me lo permiten, ni las ganas. Me estoy cansando de lo de otra mejilla, de ser condescendiente para que me decepcionen cada día más.
Me cuesta cada día más desnudarme por dentro (y por fuera) porque, seamos realistas; siempre termina saliendo mal a mi edad.
 
 Quizás el problema radica en que no tengo gato y tengo perro, quizás es el soy mujer con mascota de hombre como dice Daniela...puede que sí. Me compraré un gato  y veré London Boulevard, por ejemplo, para asegurarme que, al contrario de lo que yo pensaba no hay finales como el de Amelie; solo mafiosos,  sin trajes de Corleone y con Vans, que vienen y te roban el amor a besos hasta sacarte la última gotita cual chupasangre.
 
(Gracias Carlos Salem por historias de Danieles y Danielas)




 

domingo, 19 de octubre de 2014

Me gustaría; morfina


Me gustaría;  me gustaría no sentir nostalgia recordando los domingos de manta y sofá, me gustaría dejar de pensar tanto, y no saber el orden en el que van tus fotos en cualquier red social, me gustaría no hacerme pajas mentales sobre tus nuevas peticiones de amistad, ser capaz de quererme más, y comprender que si lo hiciera, todo sería mejor y más fácil. Me gustaría ¿Por qué no? poder viajar a nunca Jamás dónde Peter no conoce los sentimientos. Me gustaría ser menos complicada, dejar de soñar demasiado, comprender que no todo sale como lo esperamos y no decepcionarme por ello; aceptar que la gente recibe pero nunca quiere dar. Me gustaría no sentirme fuera de lugar, sonreír porque de verdad quiero  y no por cumplir con una sociedad que cada día entiendo menos. Vivo con dolor, me gustaría no sentirlo más.

 

martes, 10 de junio de 2014

Blues de hielo

Mi cama es  continuamente invierno
desde que sabe que no vas a volver
mis huesos; hielo y escarcha.
Mi piel se mantiene clara: como amaneceres en abril.

La vida se me apaga,
mi guitarra llora cuando mezclo el Fa menor y el Si.
Amelie y Juno esperan enjauladas en estanterías lacadas made in Ikea
estanterías que mas que blancas son color gris.

Prometí no enamorarme, pero no cumplo mis promesas
tuve el mejor maestro; aprendí de ti
prometiste ser Bleeker, ser Nino, y sólo fuiste una voz en off en Berlín

 

viernes, 6 de junio de 2014

Amor es el juego

El amor...el amor, señores, es tan efímero como el vaho del café de las mañanas; una mañana empaña el cristal de tus gafas, y a la siguiente decide fundirse con los días raros.
 
El amor, ya lo dijo Sabina, es un juego en el que dos enamorados juegan a hacerse daño (mucho daño), algo de lo que se habla y  divaga más que la religión, porque es precisamente una religión y un dogma universal, ya sea en forma de amour, love, amore o amor. Adornamos el querer y el amor con prequereres cogidos de diálogos de Quim Gutiérrez en Primos, cuando en realidad tenemos la absoluta certeza de que queremos, queremos sin explicación alguna de la natura y lógicamente nos da miedo ponernos a declarar que un solo sentimiento puede tambalear nuestra integridad y el estado de bienestar personal. Bien, que lo neguemos no quita el problema.  El amor tambalea nuestro mundo cada vez que llama a la puerta 1,2,3,4 ... hasta centenares de veces y, aunque nos haga sufrir, lo deseamos y siempre lo desearemos.
 
Nos levantamos por la mañana, nos lavamos la cara y nos vemos solos delante del espejo; nos falta algo y sabemos lo que es...hasta que lo tienes y te ahogas lavándote la cara de puto y desesperante amor al que quieres y odias a la vez.
 
 
Una amiga mía me dijo una vez que quien quiere menos sufre menos y disfruta más, llamadme tonta, pero yo siempre he sido de las que quieren y sufren más.
 
 
 

martes, 6 de mayo de 2014

Prequerer, por Daniel Sánchez Arévalo.

Me voy a comer este sobao. ¿Es el primero que se cruzó en mi camino?. Sí. Pero antes de cogerlo he barajado otros sobaos y este, es sin duda el que más me gusta. Por eso me lo voy a comer, porque tengo hambre. Hambre de muchas cosas, pero me lo voy a comer despacio. Y lo más importante es que es una decisión mía, sólo mía. La primera que tomo en varios días, la primera, pero no la última. Desayunar, no es tan fácil cómo parece.
 
 
 
 
 
 

 

jueves, 17 de abril de 2014

Cinema


 
Ayer leí de nuevo Yo y el Imbécil.  Desenterré del armario la camiseta de los Looney Tunes, pasé por Ovetus a por un huevo de "pegarata", saqué nuestro marcapáginas de Cork y me puse el collar de corazón de madera. Me sigues faltando en esta ecuación, Ludi. 
Lo único que me ha hecho seguir, ha sido cumplir lo que te prometí y  poder aplicar todo bueno que me has dado; poder llevar dentro de unos años a mi ahijado al Parque San Francisco a ver pavos reales o  a montarse en tren en Navidad; a la Losa en monopatín y al salón de té a comer medias lunas - porque el queso es muy sano, el jamón está muy rico, y el pan dulce, me encanta-  Lavarme el pelo y aclararlo con el vaso de "Pocahontas", perfumarnos con el aroma a vainilla de Cinema de YSL ....ver juntas la Princesa Prometida hasta rayar la cinta de VHS.

Me arrepiento de no haberte ido a ver cada día del año, de no haberme quedado a dormir contigo más días (con o sin almohada), de haber discutido por las Matemáticas y por mil y un tonterías. Me hubiera gustado que me vieras en mi graduación, que visitáramos Nueva York (SIEMPRE en Navidad), decirte que eres como el junco, que se rompe pero siempre sigue en pie, que no me diese vergüenza cantar a mi segunda madre,  que conocieras a Mario, que me dijeras que no te gustaba mi piercing en la nariz... sencillamente, que me siguieras viendo crecer (como persona) y que supieras que "Por ti, todo lo que hago, lo hago por tí, porque tú me sacas lo mejor de mí: soy todo lo que soy, porque tú eres todo lo que quiero".

miércoles, 9 de abril de 2014

Paris, Texas

TÍTULO ORIGINAL: Paris, Texas.
AÑO: 1984
DURACIÓN: 148 minutos.
DIRECTOR: Wim Wender
GUIÓN: Sam Shephard (adaptado por L. M. "Kit" Carson)
Paris, Texas es una drama y "road movie" del año 1984, dirigida por Wim Wenders y rodada en inglés en Estados Unidos. Está protagonizada por Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski y Dean Stockwell. El título de la película hace referencia a un solar baldío situado en un pueblo llamado Paris pero, no el que conocemos, sino uno perteneciente al estado de Texas y relacionado con los recuerdos de uno de los personajes.
Una road movie consiste como su nombre indica en una película sobre un viaje. Y un viaje puede dar lugar a infinitas películas, ya que las películas hablan sobre la vida. ¿Y qué es la vida si no un viaje? Ahora bien, de esas infinitas películas, "París, Texas" es una entre un millón.
Travis es un hombre sumido en la más amarga de las perdiciones, la de haber jodido el amor de su vida . Ese hombre,  afortunadamente recibirá una segunda oportunidad para poder arreglar lo que más le importa, coger el toro de la vida por los cuernos y dejar por sentado que ahora manda él y que nada en el mundo le va a impedir que cumpla su misión vital. Pero él no podrá estar ahí cuando todo se arregle. La felicidad no es para él, para llegar a su destino tendrá que abandonar lo que ya perdió. Tan sólo le quedará un precioso recuerdo, y la certeza de que lo más grande que jamás podrá tener está a salvo y feliz. Quizás no sea el paraíso, pero estará en paz. Su viaje existencial ha llegado al puerto que tenía que llegar. Y la prueba de ello son unas lágrimas imborrables que han brotado tanto por dolor como por felicidad.

París, Texas: un paraíso lleno de polvo, pero más resplandeciente que ninguno. Una película que no es ni forma ni contenido, sino la emoción misma, una emoción que engulle lágrimas, dolores y tristezas, y que deja un estado de tranquilidad y ese poso que sólo sabe dejar el cine más grande.

 


 

 

martes, 8 de abril de 2014

Cortés en las Costillas

Fotos de comunión por las paredes, olor a humedad en la habitación, el sol entrando por las persianas en un julio que hoy en día parece muy, muy lejano. No nos abrigaba más que el edredón sepia que estaba encima del colchón cubriendo estratégicamente la mitad de nuestras piernas y cintura. El resto de abrigo era tu piel; suave, tersa, casi tan blanca como la mía. Ambos parecíamos los proscritos del Sol. Hijos del eclipse lunar dijiste sonriendo. Puede que aún lo seamos, y que otro siete de julio volvamos a hacerle trampas al sol juntos, mientras acaricio una vez más un XVI-V-XI en una clavícula y simbolismo de la España de Cortés en las costillas. La vida da muchas vueltas y nos engaña en nuestra propia trampa, pero yo no quiero más sangre en nuestro mito de los que aman sin poder amar, ni alegrías tontas, ni que seamos terriblemente crueles ni más Leiva por las mañanas. No hay vis a vis que nos salve, ni cuerpo que lo aguante.  
 

lunes, 17 de marzo de 2014

Monroe ya no es Marylin

Ayer alcancé un estado de catarsis que no podría conseguir ni el mismísimo Aristóteles, mientras veía desde mi cama de metro diez de ancho una de las historias de amor más reales de la historia del cine europeo, y probablemente del cine mundial. Creía que después de haber visto este año La vida de Adele, tardaría mucho en volver a deleitarme con un drama europeo basado en el verdadero amor que nos reconcome a todos y que ninguno entendemos. Pero no; me costó menos de un mes. Alabama Monroe (título original The Broken Circle Breakdown) es la responsable de todo esto.
 
No se por dónde empezar a describir lo que para mi ha sido una auténtica revelación. No creía que fuese posible que una película pudiera contener todas las cosas que más me gustan en la vida, hasta que descubrí esta obra de arte belga de Felix Van Groeningen. Protagonistas estilo América de los años veinte, country grass que por momentos me recordaba a los Mumford and Sons, una banda sonora excepcional (que ha logrado ser éxito de ventas en todo Bélgica), Barbas y Budweiser entre protagonistas que deseaban vivir el sueño americano, tatuajes con forma de mariposa, candado y corazón, pasión por la vida, por el sexo, por el amor, por la familia...
 
Apoyada en dos actores que hacen una acción interpretativa maravillosa, Veerle Baetens y Johan Heldenbergh, esta cinta belga nominada al Oscar es capaz de lidiar de forma elegante y respetuosa con aspectos tan delicados como la grave enfermedad de una menor y el suicidio. El guión, basado en una obra de teatro, nunca cae en el exceso emocional, y eso a pesar del dramático hecho central que dinamita la película antes de finalizar su primera hora.
 
Pero no os quedéis en esta breve reflexión de esta joven soñadora, vividlo vosotros mismos, experimentadlo en vuestras propias carnes... puedo aseguraros que no da cabida a ningún tipo de arrepentimiento.
 
 
 

 


martes, 11 de marzo de 2014

American Beauty

Me he levantado a las nueve de la mañana apurando hasta el último minuto el sueño que he tenido hoy y del que sólo reuerdo dos palabras: "American Beauty". Me vienen a la mente muchas ideas cada vez que reflexiono cada palabra. Con American pienso en Walt Whitman, en la generación Beat, en los vasos rojos de fiestones americanos, en el Hollywood de los años 20, en el Sueño Americano, en Marylin Monroe y en la Guerra Civil y...en Spacey, en Kevin Spacey. Con Beauty en cambio, me ocurre algo completamente diferente, me suena a rosas, a primavera, a juventud. El problema viene cuando junto ambas. Todo queda corrompido, no hay Sueño Americano ni rosas ni primavera: Hay juventud corrompida, sueños corrompidos y truncados, realidad, antihéroes, errores y... sorprendentemente, entre todo ello HAY GLORIA. No  asocio American Beauty a un sitio, lo asocio a una estación, a una carátula, a un cartel, no varios no, solamente a uno que consigue cautivar (y a veces trastornar los sentidos). "Arrebata inocencia y permite que los sentidos sucumban a un guion delicioso con un reparto y dirección excepcional"
 
 
Título Original: American Beauty.
Título en Español: Belleza Americana.
Dirección: Sam Mendes.
País:
USA.
Año: 2000.
Duración: 122 min.
Intérpretes: Kevin Spacey (Lester Burnham), Annette Bening (Carolyn Burnham), Thora Birch (Jane Burnham), Wes Bentley (Ricky Fitts), Chris Cooper (Coronel Fitts), Mena Suvari (Angela Hayes).
Guión: Alan Ball.
 
 
 
 
La audacia narrativa de American Beauty  consiste en el tratamiento ácido, casi burlón de uno de los mensajes más contundentes de cuantos se han transmitido en mucho tiempo. Así, asistimos a la proyección de una película de dos horas tremendamente entretenida, pero que en cada diálogo (sin excepción, y ahí está el gran mérito), está dando un puñetazo a toda la infraestructura de nuestra sociedad, hasta dejarla en escombros. Dos familias le son suficiente al guionista para crear una pasarela de personajes a cada cuál más ridículo y, a la vez, más real.
 
Sam Mendes, por entonces un experimentado director teatral, debutó aquí con una historia sobre la desintegración del mito americano, sobre la descomposición de un decorado humano en el que Kevin Spacey nos brinda una interpretación realmente soberbia, inspiradísima y contenida, que logra transmitir el patético heroísmo de el amor enfermizo de un hombre por la compañera de "high school" de su propia hija adolescente.
 
Esto y muchos detalles más que deberéis de descubrir vosotros mismo me llevan a decir que American Beauty es un título obligado para cualquier persona que se jacte de "cinéfilo" A algunos quizá les angustie la realidad, a la mayoría les entusiasmará, pero a nadie dejará indiferente ya que deja huella en el espectador. Arrasa sus emociones y en cada escena presenta un mundo por descubrir, analizar y trasladar a la vida real.
Dos palabras; Kevin Spacey, Sam Mendes y un argumento perturbador; piénsalo.


lunes, 10 de marzo de 2014

La Llana el Monte (Piesquín)

Es duro ver que la vida te golpea te golpea hasta límites insospechados. Que las cosas, como bien digo y nunca me equivoco, no salen nunca como planeamos. El tiempo no te deja decir las cosas que te quedan por decir , ni tan siquiera despedirte.
 
Quién iba a sospechar hace dos sábados que, esa tarde, sería la última vez que comeríamos arroz juntos, que sonreiría cada vez que decías "no tengo hambre" mientras devorabas el plato y no dejabas nada en la mesa y que me "reiría por no llorar" de tus despistes por una demencia que en vez de volverte más distante y callado como acostumbra, te hizo volver a ser un niño. Ese niño al que no le gustaba nada ver a su nieta con un pendiente en la nariz ni con maquillaje, porque decía que estos ojos no necesitaban pintura ninguna. Ese niño que discutía con güelita cada tarde mientras juraba haber comprado el pan en el Mercadona de la Losa cuando, en realidad, se le había  olvidado. 
La enfermedad no es siempre mala, la demencia senil, no es siempre lo peor: a mi "güelito Manolo" le devolvió  la inocencia, los recuerdos del pasado que creía perdidos. A mí, me dio el abuelo más cariñoso del mundo;  el que nada más llegar al 3B del Monte Gamonal 14, me invadía de besos que a veces, (tonta de mi) incluso me pesaban y aburrían. Mi  güelito carpintero que me llamaba Piesquín, güelito Manolo. 

Se que esto no es un adiós, sino simplemente, un hasta pronto. Te quiero
 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Escotes de vértigo, tupes y espíritu americano de los 70's




Título Original: American Hustle (USA, 2013, 138 mins).

Dirección: David O.Russell.

Intérpretes: Amy Adams, Christian Bale, Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Jeremy Reener.

Guion: David O.Russell y Eric Singer.

Fotografía: Linus Sandgren.
 

Género: Thriller.

 

En su nuevo y más completo intento hasta la fecha de asaltar el jurado de los premios Oscar y habiéndolo hecho ya en los Globos de Oro, David O.Russell nos propone  esta impactante película inspirada en la América de los años 70 con un estilo que no dejará a nadie indiferente y discursos cuyo principal propósito es conceder al espectador 138 minutos de plena satisfacción.

 
O.Russell,  deja en manos de  su cuarteto de   actores fetiche Amy Adams, Christian Bale (ambos  en The Fighter) y Bradley Copper y la última ganadora del Oscar a mejor actriz principal Jennifer Lawrence ( En el Lado Bueno de las Cosas) la difícil tarea de deleitar a un espectador al que cada día cuesta más sorprender y .. ¡Consigue su propósito! El cuarteto Bale-Adams-Lawrence-Cooper  elevan y redimensionan aún más su obra.

Dentro de los intérpretes,  cabe destacar (una vez más) la representación de la joven y brillante Lawrence que en algunos momentos vemos como incluso roba popularidad como actriz secundaria a la magnética Amy con quien forma (además de con Christian Bale), un triángulo amoroso que conforma y da sentido a toda la trama.

El palo fundamental que toca este largometraje, es sin lugar a dudas "el engaño como forma de vida" y también como única vía de escape para la supervivencia personal. Vemos en el film los efectos que produce en cada personaje esta relación tomentosa (nada menos que a cuatro bandas) y  cómo influyen las mentiras en las relaciones de cada uno de ellos.
 Quizás esto, sea lo que convierte a un simple y llano retrato de estafadores americanos al que estamos acostumbrados en esta Gran Estafa Americana dónde, una vez más, "David O.Russell vuelve a deleitarnos con su gusto formal y su estética depurada que por momentos parece de anuncio" (David Broc, Fotogramas, Febrero de 2014).

miércoles, 22 de enero de 2014

Heath Ledger

Una hija de dos años, un futuro prometedor, media película por terminar, toda una carrera y el acenso al Olimpo del séptimo arte cuando fue galardonado con el Oscar a mejor actor de reparto detrás de una multitud de emotivos discursos, aplausos y elogios es lo que el destino le quitó a Heath Ledger tal día como´hoy en su piso del SoHo en Nueva York cundo fue encontrado sin vida.

Heath Ledger Oscar a mejor actor de reparto.

"Auténtico ídolo de adolescentes, sus papeles en 10 Cosas que odio de ti (1999) o El Patriota (2000), como hijo de Mel Gibson, sumado a más que interesantes apariciones en películas como Monster’s Ball (2001) o Casanova (2005) le valieron un merecido reconocimiento dentro de la industria de Hollywood. Pero el verdadero respecto le llegó con su papel de vaquero gay en Brockeback Mountain (2006), dirigida por Ang Lee y en la que compartía protagonismo con Jake Gyllenhaal. Por esta interpretación fue nominado al Oscar como Mejor actor, aunque finalmente no logró la estatuilla. Ese mismo año protagonizó Candy (2006), una historia de amor entre un poeta y una estudiante de arte adictos a las drogas. Un año más tarde, formó parte del reparto deI’m Not There (2007), un retrato del legendario músico Bob Dylan, en donde seis intérpretes encarnaban diferentes momentos de la vida personal y profesional del cantante norteamericano.
Pero sin duda, fue la espectacular interpretación del Joker en El Caballero Oscuro(2008) la que le encumbró y elevó a lo más alto, con una actuación soberbia reconocida por crítica y público. Una actuación por la que obtuvo el Óscar a Mejor Actor de Reparto de manera póstuma, y quedará para siempre en la memoria como una de las mejores de la historia del cine. La inmersión del actor en el papel del Joker fue tan grande que, según reconoció el propio Ledger en una entrevista a la revista Empire,“Fui a una habitación de hotel en Londres varias veces durante un mes, me encerré, llevé un pequeño diario y experimenté con voces  para tratar de encontrar una voz y una risa un tanto icónica. Terminé aterrizando en el reino de un psicópata: alguien con muy poca conciencia de sus actos”. 5 años sin Heath Ledger

No fue un simple actor, se desvivía por su profesión se esforzaba en su papel, no dormía con su papel y conseguía sumergirte con el. Amigo de sus amigos, padre de una niña ahora huérfana, Matilda (como la película sí). Falleció a los 28 años de edad, tras una sobredosis accidental de medicamentos recetados. Heath Ledger nos recuerda cada día que el sueño de "live forever" nunca es perfecto, que algunas veces puedes estar en lo mas alto, y a la mañana siguiente bajo tierra. Díganselo a él, a mi mito, a mi actor favorito, al hombre que consigue ponerme los pelos de punta cada vez que veo The Dark Knight, los amos de Dogtown o Brockeback Mountain. 


Descansa en paz un año más, aquí siempre te vamos a recordar. 

jueves, 16 de enero de 2014

Nominaciones Oscar

Todavía calentitos por la reciente entrega de la 71 edición de los Globos de Oro, aquí están, aquí llegan, aquí nos sonríen los premios mas aclamados y destacados del séptimo arte




 ¿Volverá La Gran Estafa Americana a coronarse campeona? ¿Logrará DiCaprio su primera estatuilla? ¿Veremos a nuestra protagonista de Blue Jasmine repetir como mejor actriz? Todo esto y mucho mas en la 86º edición de los Oscar el próximo 2 de mayo de 2014 desde el teatro Kodak de Los Ángeles. Lista de Nominados de los Oscar





miércoles, 15 de enero de 2014

Resistiré

Hoy mas que nunca no debería llorar, no debería escribir, debería estudiar, debería disfrutar de todos los motivos que me da la vida para ser feliz, pero no lo hago. 

Dicen que "todos los caminos llevan a Roma" que " lo bueno siempre espera a la vuelta de la esquina" dicen... Siempre dicen y no dices. 

Parece que todo lo mejor les pasa a los demás mientras tu tratas de esbozar una sonrisa que haga creer al mundo entero que estás bien, que no estás tan perdida como parecías, que tu día no ha sido tan malo como creían o que los problemas están a punto de desaparecer. Pero no lo hacen. 

Llegas a casa y las cuatro paredes de la habitación te ahogan, el teléfono te quema y lo que lees te mata. Lloras, y vuelves a llorar una y otra vez como si sirviese de algo. Tomas una taza de té con la esperanza de descongelarte por dentro y por fuera pero ,no funciona,  sigues fría. Decides que "se terminó", "se acabó". 

Puede que escribir te sirva de algo (para desahogar), y comienzas.... no puedes parar... Te das cuenta de que SÍ que te sirve. Contar  las mediopenas, de vez en cuando, ayuda a sentirte un poco menos miserable y menos pequeñita. No sólo tu sufres y,  aunque estés perdida, siempre va a estar ahí esa persona que te va a sacar del  agujero en el que un hijo de puta te metió.


domingo, 12 de enero de 2014

París, Texas

A cada uno se nos clava en el corazón un suceso en particular, una canción, un color, una imagen, una pintura... una escena. Wim Wendres me ha regalado la mía:


Jane - Hola.
Travis - Hola.

(...)





T - ¿Puedo contarte una cosa?
J - Claro, lo que quieras.
T - Es un poco largo.
J - Tengo tiempo de sobra.

(Travis gira su silla para no verla)

T - Conocí a unas personas.
J - ¿Qué personas?
T - Una pareja. Estaban muy enamorados. La chica era muy guapa, unos 17 o 18 años. Él era bastante mayor, un poco salvaje y rebelde. Ella era muy guapa, ¿sabes?
J - Si.
T - Y juntos convirtieron todo en una aventura. A ella le gustaba, incluso ir al supermercado se convertía en una aventura. Siempre reían por tonterías. A él le encantaba hacerla reír, y no se preocupaban por lo demás, porque lo único que querían era estar juntos. Siempre estaban juntos.
J - Parece que eran muy felices.
T - Si, lo eran. Eran muy felices, y él la quería más de lo que creía posible. No soportaba estar lejos de ella durante todo el día cuando iba a trabajar. Dejaba los trabajos por estar con ella en casa, y buscaba otro trabajo cuando se terminaba el dinero, y lo volvía a dejar. Al poco tiempo, ella empezó a preocuparse.
J - ¿Por qué?
T - Por el dinero, supongo. Por no tener suficiente, por no saber cuando llegaría el próximo ingreso.
J - Ya, conozco esa sensación.
T - Él empezó a destrozarse por dentro.
J - ¿Qué quieres decir?
T - Pues tenía que trabajar para mantenerla, pero no soportaba estar separado de ella.
J - Comprendo.
T - Cuanto más tiempo estaba lejos de ella, más loco se volvía. Pero después empeoró, se volvió loco de verdad. Empezó a imaginar cosas extrañas.
J - ¿Cómo qué?
T - Pensó que veía a otros hombres cuando él no estaba. Cuando volvía a casa, la acusaba de pasar el día con otro. Gritaba y rompía cosas en la caravana.
J - ¿La caravana?
T - Si, vivían en una caravana.
J - Perdona, ¿estuviste aquí el otro día? No quiero ser pesada...
T - No.
J - Por un momento, creí reconocer tu voz.
T - No, no era yo.
J - Sigue por favor.
T - Después, empezó a beber, y a llegar tarde para ponerla a prueba.
J - ¿Qué quiere decir ponerla a prueba?
T - Ver si se ponía celosa.
J - ¡Jaja!
T - Él quería que se pusiera celosa y no lo conseguía. Se preocupaba por él y eso le desesperaba.
J - ¿Por qué?
T - Porque pensaba que si ella nunca se ponía celosa era porque realmente no le importaba. Entonces, una noche le dijo que estaba embarazada. Estaba de 3 o 4 meses y él ni siquiera lo sabía. Todo cambió de repente, dejó de beber y consiguió un trabajo fijo. Estaba convencido de que sí le amaba, porque llevaba un hijo suyo. Él pensaba dedicarse a formar un hogar para ella. Pero empezó a ocurrir algo raro.
J - ¿Qué pasó?
T - Ni siquiera lo notó al principio, pero ella empezó a cambiar. Desde que nació el niño se irritaba con todo lo que la rodeaba, se enfadaba por todo. Incluso el niño le parecía una injusticia. Él seguía intentando que todo fuera bien para ella; la compraba cosas, la sacaba a cenar una vez por semana, pero nada parecía satisfacerla. Durante 2 años, luchó por volver a estar unidos como al principio. Pero, al fin, supo que eso no resultaría. Así que volvió a la bebida, pero esta vez en serio. Cuando llegaba tarde a casa ella ya no estaba ni preocupada ni celosa, sólo enfurecida. Le acusaba de tenerla atada por haberle hecho un hijo. Le dijo que soñaba con escaparse.

Sólo soñaba con una cosa: escapar.

Ella se veía a si misma corriendo por la noche desnuda por una carretera atravesando campos y cauces de río, siempre corriendo. Y siempre justo cuando estaba a punto de conseguirlo, él aparecía y siempre la atrapaba. Aparecía justo para atraparla.

Y cuando le contó esos sueños, él los creyó.

Sabía que tenía que atraparla o le dejaría para siempre. Así que ató una campanilla a su tobillo para poder oírla por la noche si se levantaba de la cama. Pero ella aprendió a silenciarla con un calcetín. Poco a poco consiguió escurrirse de la cama y salir al exterior. Una noche la descubrió cuando se cayó el calcetín, y la oyó intentar correr hacia la carretera. La cogió y la arrastró a la caravana, la ató a la cocina con su cinturón, la dejó allí y volvió a la cama. Se tumbó a oírla gritar. Entonces, oyó gritar a su hijo, sorprendiéndose porque no sentía nada. Todo lo que quería era dormir.

Y por primera vez, deseó estar lejos de allí.

Deseó estar perdido en un vasto país donde nadie le conociera, algún sitio sin gente, ni calles. Soñó con ese sitio sin conocer su nombre, y cuando despertó, estaba ardiendo. Había llamas azules quemando sus sábanas. Corrió a través de las llamas hacia las únicas personas que amaba.

Pero se habían ido.

Sus brazos estaban ardiendo, se lanzó fuera y rodó sobre el suelo mojado. Luego corrió. Nunca miró atrás hacia el fuego. Sólo corrió. Corrió hasta que el Sol salió, y no pudo correr más. Cuando el Sol se ocultó, corrió otra vez. Durante 5 días corrió así, hasta que todo signo humano desapareció.

J - Travis...
(Travis gira de nuevo su silla, esta vez para ponerse cara a cara con ella. Él la ve, pero ella sigue sin verle)
T - Si apagas la luz ahí dentro, ¿podrás verme?
J - No lo sé, nunca lo he probado.
(ella apaga, se ven ambos)
T - ¿Puedes verme?
J - Si.
T - ¿Me reconoces?
J - Oh, Travis.
T - He traído a Hunter conmigo. ¿Quieres verle?
J - Si... (ella está muy emocionada) Deseaba tanto verle que incluso no me atrevía a imaginármelo. Anne siguió mandándome fotos suyas, hasta que le pedí que no lo hiciera. No podía soportar el dolor de verle crecer y echarle de menos.
T - ¿Por qué no se quedó contigo, Jane?
J - No podía, Travis. No tenía lo que él necesitaba. No quería utilizarle para llenar mi vacío.
T - Te necesita, Jane. Y además, quiere verte.
J - ¿De verdad?
T - Si, te está esperando.
J - ¿Dónde?
T - En la ciudad, en un hotel. El Meridian. Habitación 1520. Mil quinientos veinte. (Travis va a colgar y marcharse)
J - No te irás, ¿verdad? (Jane golpea la ventana desesperada)
T - No puedo quedarme, Jane.
J - No te vayas. No te vayas... (Jane es la que se gira ahora, dando la espalda a Travis) Después de que te fuiste solía soltarte unos discursos muy largos. Solía hablarte a todas horas, aunque estuviera sola. Durante unos meses estuve hablándote. Ahora no sé qué decir. Era muy fácil cuando sólo te imaginaba, incluso imaginaba que me contestabas. Teníamos largas conversaciones. Los dos. Era casi como si estuvieras allí.

Podía oírte, verte, olerte. Podía oír tu voz.

A veces, tu voz me despertaba. Me despertaba en medio de la noche como si estuvieras en la habitación conmigo. Después, eso se desvaneció. Ya no pude imaginarte nunca más. Intenté hablar contigo en alto como solía hacerlo, pero no había nada.

No podía oírte.

Entonces, me di por vencida, todo se paró. Tú... desapareciste. Ahora trabajo aquí... Y oigo tu voz todo el tiempo. Todos los hombres tienen tu voz.

T - Le diré a Hunter que irás a verle.
J - Travis...
T - ¿Si?
J - Estaré allí.
T - Bien...
J - Hotel Meridian.
T - Si. Habitación 1520.